Visibilidad lésbica, diversidad sexual. Todos somos personas

La orientación sexual, es obviamente un factor que  no ha de tenerse en cuenta para ningún tipo de discriminación. En principio, porque no debería existir la discriminación en sí. Si te gusta una persona, es de la persona de la que te enamoras, no de sus genitales, y eso, por muy obvio que  parezca, hay muchos que todavía no lo comprenden. España, en un reciente estudio, ha sido clasificada como el primer país del mundo en integración de la diversidad sexual  con un 88% de integración (enlace).

Pero me surge la duda… Se ha contemplado la homosexualidad como el único tipo de diversidad sexual,  y no es así. Y además, podemos decir que hay más visibilidad y aceptación de hombres que de mujeres homosexuales. Hay muchos estereotipos aún presentes, tanto para hombre como para mujer. Debemos derrotar esas barreras. Entonces… si todos somos iguales ¿Por qué hay más discriminación hacia la mujer?  Porque desde siempre se ha discriminado más a la mujer, que en este caso, sufre doble discriminación.

¿Por qué hay necesidad de una visibilidad lésbica? Porque mientras haya miedo e ignorancia,  habrá discriminación. Porque existen pocas mujeres homosexuales conocidas.

El propio término de «lesbiana» o «lesbianismo», nos viene dado desde el siglo XIX. En Europa hubo potentes leyes contra la homosexualidad hasta gran parte de la segunda mitad del siglo XX. En la actualidad, cada vez está más aceptado, aunque como es lógico, este proceso es lento, no es inmediato. El por qué de su lentitud, es que una ley se puede cambiar de forma relativamente fácil, lo que tiene que cambiar es la mentalidad de la población a la que va dirigida dicha ley. En términos de igualdad, somos o deberíamos ser totalmente iguales. Pero desde otro punto de vista, estudios confirman que las relaciones homosexuales crean lazos sentimentales más estrechos, y hay más igualdad en prácticamente todos los ámbitos. Además, un reciente estudio, ha confirmado contra toda la opresión homófoba, que los niños y niñas crecidas en familias homoparentales, crecen más sanos y más felices (enlace). En una sociedad como la actual, somos libres de expresarnos. Somos y deberíamos ser libres mientras no transgredamos las libertades del prójimo. Ser libres para expresar tu sexualidad, es un gran cambio. Ellas lo merecen. Todos lo merecemos. Y ello las hará más felices, y es un motivo, por el que vale la pena luchar.

Podemos resaltar grandes mujeres conocidas, que han sido partícipes de la cultura lésbica, o son lesbianas, como:

Escritoras: Beatriz Gimeno, Gabriela Mistral, Mª Ángeles Cabré, Jane Austen, Charlotte Brönte, María Moliner, Susan Sontag, Gertrude Stein, Virginia Woolf, Marguerite Yourcenar, Mercedes de Acosta, Ana María Sagi, Mary Renault, Anne Holt, Ann Bannon, Rosely Roth, Kay Lahusen, Christine Delphy,Dolly Wilde…

Políticas: Ángeles Álvarez, Johanna Sigurdardottir, Tammy Baldwin, Paola Concia, Angela Yvonne Davis, Patria Jiménez, Anne Kronenberg, Susel Paredes, Carmen Muñoz, Corine Mauch…

Actrices: Elena Anaya, Cynthia Nixon, Ellen DeGeneres, Portia de Rossi, Jane Lynch (y su reciente ex-mujer Lara Embry), Charice Pempengco, Sara Gilbert, Rosie O’Donnell, Heather Matarazzo, Ilene Chaiken…

Mundo musical: Beth Ditto, Alison Goldfrapp, Tania G, Melissa Etheridge, Chely Wright, Samantha Fox, Linda Perry, Lady Sovereign, Jennifer Knapp, el grupo «Tegan and Sara», Tracy Chapman, Samantha Ronson…

Deporte: Amelie Mauresmo, Sheryl Swoopes, Gro Hammerseng y Katja Nyberg, Vibeke Skofterud, Ireen Wüst, Martina Navratilova…

Casos conocidos: Constance McMillen.

Cuando el amor es la regla, no hará falta normalizar lo cotidiano. El concepto de «lo normal» es algo que nos afecta muy negativamente, porque es muy fácil discriminar de este modo. Pero, pensemos. La palabra «normal» viene de norma. ¿Quién impone esa norma? ¿Quién distingue algo común de lo poco común? ¿Las estadísticas? Para mi, las personas no se pueden contabilizar con un número. Las personas tendrán millones de nombres, de caras distintas, pero el sentimiento es el mismo. Existen grupos sociales de poder de carácter ultraconservador, que buscan quitarnos nuestros derechos e imponer los suyos.  El amor que podemos llegar a sentir por otra persona, no se encuentra determinado por raza, sexo, religión, orientación sexual… Lo digo ahora y lo repito. Si nos educan en el odio, odiaremos sin saber por qué motivos odiamos. De esta forma, el partido popular español o la propia Iglesia, pretenden la invisibilización de la diversidad sexual, y la máxima opresión como hace más de un siglo. Pero si nos educan en que la misma vida es diversa, todo cambia. Dejaremos el odio atrás para dar paso a la tolerancia y a la integración.

Debemos visibilizar la diversidad sexual. Debemos hacer comprensible a las nuevas generaciones que crecen en la integración, que somos iguales. Y al parecer en España, aunque tengamos este gobierno, parece que en este ámbito no lo hacemos nada mal. Por encima de todo SOMOS PERSONAS, somos libres mientras no hagamos daño a nadie, somos individuos con derechos. Por eso animo desde aquí, a toda la diversidad sexual, a que se visibilice y luche por sus derechos. Es una lástima tener miedo. Yo mismo tuve miedo mucho tiempo. Dejé que me discriminaran. Y no debemos permitir que les ocurra a las siguientes generaciones. Continué informándome, siendo consciente de los peligros que afrontamos tiempo atrás y con lo que nos enfrentamos en la actualidad. Para bien o para mal, el mundo avanza, y podemos seguir diciendo: «Somos libres y luchamos en nombre de todos los sentimientos anti-discriminatorios».

Por eso, soy feminista y activista de los derechos LGBTTTIQ’s (lesbiana, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti, intersexual y queer). Aún en el mundo, se discrimina a muchas mujeres por ser lo que son. Si encima contamos que son homosexuales, para muchos países, por ejemplo islámicos, será peor, mucho peor. Pero muchas barreras, están para transgredirlas. Muchas fronteras de odio, se pueden derribar mediante la integración. Y no. No prometo un «mañana verás un mundo nuevo». Pero si trabajamos unidos, tengo fe en que podemos ganar esta dura batalla contra la discriminación y el odio. Ese mismo odio que nos viene impuesto por muchos conservadores y religiosos poderosos… Pero siempre recordando, que la generalización no es una solución válida de crítica, ya que en un gran grupo, nadie piensa homogéneamente. Y cuando así lo hacen, hay alguien que piensa y actúa por los demás.

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