Aunque parezca mentira, la primera película de los conocidísimos X-Men se estrenó en el año 2000, hace ya 14 años. Las historias de X-Men en cómic (pertenecientes a la Marvel) son muy diversas y algunas de ellas han ido llegando al cine. Entre ellas, se encuentra la primera trilogía de X-Men, los orígenes de Lobezno o la última «Días del futuro pasado». A pesar de que existen cambios relevantes en las películas (destacado por los lectores de los cómics), no dejan de ser muy entretenidas este tipo de películas.
Por si alguien no supiese de qué tratan las historias, son una conjunto de personajes (buenos, neutrales y malignos) que poseen el llamado «gen mutante». Esto provoca que cada personaje con el gen desarrolle superpoderes. Éstos son muy diversos: teletransporte, regeneración/curación, metamorfosis, telepatía y telekinesis, control del metal, del fuego, del hielo, creación de portales, intangibilidad (ej. atravesar paredes)… Si algo es realmente interesante desde mi punto de vista, es que al ser ficticio, los creadores pueden escribir y desarrollar cualquier tipo de super-habilidad, pero no me centraré ni en los cómics ni en las películas.
Las personas con superpoderes son clasificados como «mutantes». Debido al hecho de que son «diferentes» son discriminados por la población humana, es decir, sin el gen. L@s mutantes son discriminados únicamente por ser quienes son y reivindicar su derecho a ser. ¿No os recuerda ésto a nuestro activismo LGTB+? Las personas LGTB+ son discriminadas por ser quienes son y por su reivindicación de su derecho a existir. Al igual que los mutantes luchan contra la «huma-no-rmatividad», las personas LGTB+ luchamos contra la «hetero-normatividad».
Estas historias escritas y financiadas por Marvel no dejan de asimilarse a nuestra opresión, y como resultado, la necesidad del activismo LGTB+. Si hay algo claro, es que tod@s somos personas, tod@s vivimos y sentimos por igual. Tod@s nos merecemos respeto y el hecho de ser LGTB+ no implica la sumisión y la aceptación de la discriminación. De hecho, como ya dije en otro artículo, desde mi punto de vista todas las personas LGTB+ deberían ser activistas por la igualdad REAL, insumisas contra el discriminador y generadoras de respeto, debate e inclusión.
Destacando de nuevo las similitudes, si se sigue la vía del odio ya sea humano o recordando la actitud de Magneto de defenderse atacando al «enemigo», solo provocaremos más odio y dolor. Sin embargo, si se contempla la ideología del profesor Xavier, comprenderemos que el trabajo en equipo por la educación y la sensibilización es mucho más efectivo y satisfactorio. Considero también interesante que la mayoría de los mutantes podrían ser considerados humanos corrientes (presunción de «humanidad»), a excepción de Mística, Bestia o Rondador Nocturno entre otros. Lo considero un gran recurso por el análisis que se puede realizar de los efectos que tiene ser evidentemente mutante frente a los que tienen un aspecto normativo, lo que se podría extrapolar sencillamente a la población LGTB+.
Si algo debemos aprender es que, aunque podamos ocultar quiénes somos, todo el mundo debe ser un@ mism@ sin tolerar ninguna discriminación. Hay personajes en las sagas e historias de X-Men que no pueden ocultar lo que son, al igual que hay personas en nuestro mundo que no pueden (y much@s no quieren) ocultar ser LGTB+. Precisamente porque ell@s suelen ser más vulnerables, es a los que más tenemos que proteger, enseñar a protegerse, y sobre todo, estar totalmente orgullos@s de lo que son. Quizás no orgullo por ser de una u otra forma, sino por vivir con el valor de ser quienes son, luchando día a día por su realidad contra la discriminación.
Además, resulta terriblemente curioso lo que suele pensar la población normativa, es decir, los que piensan únicamente lo que se les ha enseñado a pensar y no contemplan otras realidades. Cuando estas personas viven experiencias que chocan directamente con su forma de pensar, su actitud tiende a ser un ‘cambio en los demás’. Cuando las personas represoras encuentran a una persona mutante (en los cómics) o LGTB+ (en nuestro mundo), su actitud siempre será la de «curar» al «diferente». Ésto es evidente día a día cuando se intenta reflexionar, debatir y sensibilizar sobre temas diversos. Éstas personas a las que se les ha negado el derecho a pensar y a reflexionar, están sin lugar a dudas excesivamente influenciadas por la normatividad, repiten argumentos aprendidos de memoria y poseen ideales que se basan en un patrón aprendido. Irónicamente suelen creer que el problema no les involucra, no creen que en ell@s está la intolerancia, no llegan a comprender que son ell@s los que coartan mi libertad para querer/amar a quien me dicta el corazón. Pero… ¿Qué nos vamos a esperar de una persona cuya mente se ha construido como un robot? Únicamente nos podríamos esperar que nos convenza de las ideas propias de su secta. Es por ello que, antes de que más mentes caigan en las redes robotizadoras del odio, debemos garantizar que se aprenda primero el respeto a la libertad desde muy jóvenes. Y principalmente, el derecho a la construcción de nuestra propia identidad como comunidad LGTB+ debe ser garantizado, protegido y reivindicado.
Únicamente mediante la educación, la perseverancia, la sensibilización y la erradicación de estereotipos y prejuicios podremos conseguir un mundo de más amor y menos odio. Y ello implica activismo, activismo y activismo, no permanecer impasible ante los abusos y excesos del hetero-patriarcado que nos invita a la sumisión. Yo me declaro insumiso ante l@s que se atreven a intentar erradicar mi diversidad y la de mis compañer@s. Porque la vida ya es diversa y no podemos seguir contemplando pasivamente la LGTBfobia del día a día. Si aceptamos la discriminación, el mundo seguirá siendo un lugar de emociones negativas e infelicidad. Únicamente mediante la lucha cotidiana conseguiremos un mundo más libre erradicando las actitudes de odio a las que llaman «libertad de expresión».
UNO DE NUESTROS SUPERPODERES ES LA RESISTENCIA CONTRA EL ODIO LGTBFOBO
NO PERMITAS NUNCA LA DISCRIMINACIÓN
Aunque esté en inglés, no encuentro mejor forma de finalizar que este vídeo de la segunda película de X-Men, donde Bobby, el «hombre de hielo», sale del armario como mutante:
La realidad escondida 
muy buena tu argumentacion amigo, llegue a esta pagina buscando analogias entre los ex men y la discriminacion, y la tolerancia, ya que doy clases de fisica y orientacion y pretendo al poner esta pelicula a mis estudiantes, que analicen el aspecto de la discriminacion y la intolerancia en la pelicula, y a partir de alli construyan valores para que no discriminen ni hagan bullyng a ninguna persona que sea diferente, cualquier comentario sobre la igualdad y la tolerancia en el cine, hasmelo llegar a mi correo, me interesa mucho el tema.
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Muy buena analogía. No se me habría ocurrido en la vida.
Me encanta tu blog y estoy muy de acuerdo con todo lo que llevo leído hasta ahora. Siempre leo todo lo que escribes porque me parece una labor increíble.
Un abrazo, Laura
Muchísimas gracias por tu tiempo invertido. Yo siempre digo que no hago nada que otra persona no pueda hacer, pero me gusta creer que cambio poquito a poco el mundo y que hago reflexionar a los demás. Aunque llegásemos a un futuro oscuro, el presente es lo importante, y yo no dejo de trabajar por un mundo mejor. De nuevo, gracias por tu tiempo. Un abrazo 🙂
Es una buena lectura Marcos, pero difiero del reflejo exacto que expones. Precisamente porque va más allá de la discriminación LGTBI+, es por la cuestión de la diferencia racial.
Entiendo tu lectura; y no la considero para nada errónea bajo los argumentos que sacas. La discriminación que sufren los mutantes se asemeja más a la causa judía. De hecho se basó en ella. Magneto curiosamente era quien mayor predisposición tenía a enfrentar la discriminación X, porque a su vez fue judío en contención en los campos de la Alemania Nazi. Resulta curioso que quien vive la discriminación por otra causa, tomase el camino de la beligerancia en otra discriminación…
Como siempre un magnífico artículo. Pero ya sabes que me gusta darte mi toque criticón. Y lo que lamento es no poder invitarte a un café y llevarte unos pocos comics, que seguro que te enganchan; incluyendo la boda gay del año entre dos mutantes. 😛
Un abrazo fuerte. Ahora ando en el sur.
No te falta parte de razón, pero creo que es más acertado relacionarlo con la opresión LGTBfóbica, y con la necesidad de un activismo LGTB+ por la igualdad real. No te preocupes por los cómics porque mi novio tiene y también está dispuesto a ofrecérmelos para que los pueda leer. Gracias por tu tiempo dedicado a realizar un comentario 🙂
Eso no te lo niego. Falta hace y mucha. Y tu novio es comiquero, que buen ojo tienes Marcos. Un abrazo.
Me ha encantado el artículo la verdad es que yo también había visto alguna similitud entre la opresión contra los mutantes y la opresión contra el colectivo LGTB, aunque no me había parado a analizarlo tan profudnamente. En cuanto a la mejor vía para la lucha y el activismo estoy totalmente de a cuerdo en que deberíamos seguir el camino del Profesor Xavier y no el de Magneto.