Pink washing: mentiras por poder y poder por mentiras

bmowi4lfpMuchas personas ya se han dado cuenta: el poder corrompe. Lo hemos visto en muchas ocasiones, en cientos o miles de situaciones diferentes, con personas que juegan cierto tipo de roles mediante el uso de jerarquías e influencias. La jerarquía, al igual que el tiempo invertido en una causa, suele ser directamente proporcional a la capacidad de creencia y asimilación de argumentos razonados sobre la misma, siendo más susceptibles de ser motivo de influencia en otros seres humanos. La Teoría Queer, desde donde se invita a la deconstrucción de argumentos y etiquetas no únicamente en sí mismas sino estudiadas según su contexto, desmonta los mecanismos del poder, así como nuestro sistema capitalista que se basa en las jerarquías e influencias antes mencionadas. En este sentido, debemos preguntarnos: ¿qué es el pink-washing? ¿Cómo nos afecta? ¿Qué relación tiene el pink-washing con nuestro sistema y en qué medida es susceptible de ser aceptado como veraz, en vez de como una falsedad revestida de rosa?

El pink-washing es utilizar el movimiento y el discurso de la diversidad (por sexo, orientación sexual y género) para una causa propia, vaciarlo de contenido y buscar la normativización, aprovecharse de la lucha de décadas para beneficio propio. Y sí, la normativización, puesto que no hay normalización posible al no existir «lo normal», como ya dije en un artículo anterior. El sistema no es capaz de reproducirse sin normas, y vigentes las normas, vigentes las exclusiones. A día de hoy, a nivel global, la realidad LGTB+ sigue siendo motivo de vergüenza para ‘la mayoría heterosexual’ que se divide en 3 subgrupos sociales: 1. los que nos odian por lo que somos, 2. los que se compadecen por nuestra identidad suponiendo que se nos puede cambiar y 3. los que entienden que todas somos sujetos diversos susceptibles de discriminación, empatizan con nosotras y nos respetan en igualdad. Siguiendo esta línea, volvemos a lo que se llama y denominamos ‘pink-washing’. Deconstruyendo la palabra, se puede traducir del inglés como el lavado rosa, siendo ésta un lavado de cara para la sociedad con la ‘causa tan progre’ de aquellos y aquellas que no pertenecen a la norma.

Siendo así, podemos encontrar claros pink-washing en diversas situaciones. Entiendo que cada caso por separado es EXTRAORDINARIAMENTE diverso y complicado, pero intentaré ofrecer mi perspectiva en éstos, sobre el pink-washing:

1. Caso Coca-Cola:
⇒ Fomentó mediante marketing, que Santa Claus, dejase de vestir varios colores (casi siempre verde) para hacerlo únicamente de rojo, su color.
⇒ El observatorio de DDHH, les acusó de explotación laboral infantil.
⇒ Ha sido acusada de racismo laboral, denunciada y condenada.
⇒ En nuestro caso, España, ha realizado un ERE (expediente de regulación de empleo) que supuso el despido de 821 trabajadores y el cierre de fábricas de producción (como ecologista, deberíamos buscar el decrecimiento, pero condenar a familias enteras a la precariedad y al desempleo de esta forma, es despreciable).
⇒ Las grandes polémicas por destruir la biodiversidad y los ecosistemas, tampoco les favorecen.

Y debido a ésto, entre otras cosas, Coca-Cola crea un nuevo anuncio con
una familia homoparental como lavado de cara progre:

2. Caso Israel – Palestina:
Este caso es inmensamente complicado y han surgido tantos debates durante tanto tiempo, que es difícil llegar a consenso en amplios grupos de debate y reflexión. No me voy a detener en cómo surgió el conflicto, cómo se desarrolló, como se sigue manteniendo, quien lo mantiene, ni cuáles son las perspectivas de su finalización tin(si bien soy de quienes creen que Palestina está sufriendo la represión del país impuesto perteneciente a quienes una vez fueron perseguidos y no hacen nada para cambiarlo). ¿Qué es lo que hace Israel para no demostrar su inhumanidad desvergonzada a nivel internacional? Promocionar al mismo nivel los derechos LGTB+ y, sobre todo, el turismo rosa. Evidentemente, sin derechos no hay turismo, y sin turismo no hay dinero. Tel Aviv se promociona como ‘el paraíso gay’ y ni siquiera nos molestamos en preguntar a la comunidad LGTB+ local si realmente luchan por sus derechos, si la igualdad real está conseguida o si es un mero pink-washing. ¿Cómo podríamos analizar la situación de Israel? A mi parecer no dejan de ser un país ultra-capitalista donde hay una aparente igualdad basada en el interés que además es económico, por lo que realmente, ni hay igualdad ni respeto. Capitalizar nuestros derechos como si estuviesen sujetos a opinión o subyugados por el capital, es un insulto mismo a la Declaración Universal de Derechos Humanos. Lo triste del caso es que Israel como pueblo perteneciente a la población judía, escoge el pink-washing frente a respetar los derechos humanos y tratar de resolver el conflicto con Palestina, por lo que persiste con el genocidio. Sin lugar a dudas este no es un conflicto armado entre buenos y malos, nada justifica el terrorismo de Hamas, pero el genocidio israelita es vergonzoso.

3. Caso Partido Perdedor Popular – Colegas:
Quien haya nacido o haya permanecido lo suficiente en España, sabrá que el Partido Popular no es precisamente LGTB+friendly, sino todo lo contrario. Hace algo más de 2 semanas, se clasificaba desde el Gobierno central a las familias homoparentales como ‘familias con necesidades especiales’ junto a madres reclusas o ex-reclusas, familias de inmigrantes y familias con enfermos de gravedad o mayores (ello representa mayor estigmatización a las diversas formas de familias mencionadas). tinTambién se encargó repetidamente de rechazar en Madrid una ley integral de transexualidad. Igualmente, tras 7 años de recurso al matrimonio igualitario (que pudieron retirar y no lo hicieron), el Tribunal Constitucional se pronunció a favor del mismo declarando su constitucionalidad. Pero ¡qué curioso!, sin embargo facilitan subvenciones a una asociación llamada Colegas que es su forma de ‘pink-washing’, por lo que utilizan un movimiento que no les es propio para el lucro, para el clasismo y sobre todo, para reivindicar que ‘la extrema derecha’ también trabaja con la comunidad LGTB+ defendiendo sus derechos. También, curiosamente, se le reclama a Colegas diversas cantidades de dinero por numerosos proyectos para los que pidieron subvención (siendo entregada como asociación vigente) pero nunca fueron justificadas: caso nº1caso nº2caso nº3.

Pero atención todo el mundo. En ningún momento he dicho que el que se desarrollen políticas LGTB+ identitarias, empoderadoras y que fomenten la igualdad real y el respeto, es negativo. ¡Todo lo contrario! El gran problema es el bagaje que tienen detrás todas esas políticas. Ya reflexioné sobre ello en mi artículo: «¿Es el activismo LGTB+ únicamente de izquierdas? Luchando por nuestros derechos«. No es que exista un activismo LGTB+ de izquierdas o de derechas. A pesar de ello, el que se realiza desde posturas de izquierda buscan el respeto y la igualdad a todos los niveles, mientras que desde posturas de derecha únicamente buscan percibir subvenciones que en ningún momento plantean justificarse y utilizarse para el fin que se dice que están destinadas. Entonces, ¿qué podemos pensar sobre la LGTB+fobia del PP y la corrupción de «Colegas»? Se definen por sí mismos. Pero ello es una forma de pink-washing, y como tal, es responsabilidad nuestra analizarlo y denunciarlo.

tinDebemos seguir luchando, persistir en el camino de la reivindicación, de la transgresión. La igualdad no se consigue en un despacho con un traje y una corbata. La igualdad se forja y se construye en las calles, en nosotras mismas desde nuestro interior pero también en asambleas y desde la colectividad en asociaciones [que no busquen lucrarse ni cometan ilegalidades]. Se construye en partidos políticos, en grupos de deconstrucción y replanteamiento de nuestras existencias como privilegiadas o víctimas del sistema. Pero no debemos permanecer impasibles a lo que el sistema nos ofrezca. Si somos privilegiadas, renunciar a nuestros privilegios y fomentar la igualdad. Si somos víctimas, construir discurso anti-victimizante y empoderador contra un sistema que reprime las identidades no normativas.

No te dejes engañar por el Pink-Washing. Sé partícipe del cambio.

5 pensamientos en “Pink washing: mentiras por poder y poder por mentiras

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  5. El pink-washing este al que haces referencia, no es mas que una corrección social para poder enderezar una acción «amoral» a su camino recto, éticamente hablando.
    La influencia es el sexto poder a explotar, y un acercamiento con la clase «normal» hace que veamos cualquier tipo de corriente como algo cercano y digno de admirar…
    Me encanta tu afán de sacar a la luz estos conceptos con tanto significante pero con un pobre significado… El antagónico a este lavado rosa podría considerarse el estar dentro de una comunidad con sus leyes y sus reglas éticas y hacer saltar la alarma por algún comentario políticamente incorrecto… Ser gay y estar en contra de la adopción se le puede llamar homofobia? Que el resto de la comunidad tache de reprobable la opinión, sea cual fuere, de un individuo haciéndonos ver que está el tío trastornado, no sería lo contrario al pink-washed?
    Al final TODO, absolutamente todo, es marketing!

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