Miedo al fracaso, al éxito y al propio miedo. Cuestion de superación.

cartel-ppalEn nuestra sociedad existe el miedo, ¡y es normal tenerlo a lo largo de tu vida! pero el miedo puede tener múltiples orígenes, desarrollos, desenlaces y, desde luego, muchas formas de afrontarlo. Tener miedo no es malo. Malo es no poder expresarlo, no poder compartirlo y superarlo asertivamente; malo es abandonar las buenas prácticas comunicativas que desprecia nuestro modelo de sistema y que nos conducen a un patológico indivi-dualismo extremo. Si tienes miedo ante un obstáculo que te parece un muro, te construyes una escalera, y si ves que te va a costar mucho, pides a les colegues que te ayuden. En este artículo, quiero reflexionar sobre el miedo al fracaso y el miedo al éxito. Pero… ¿no habrá también miedo al miedo? Vamos a buscar la forma de deconstruir estas preguntas, os pondré mi propio ejemplo y quizás hasta obtengamos alguna que otra respuesta.

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Una palabra curiosamente peligrosa: «Normal» y la inclusión normativizante

bmowi4lfpHablar adecuadamente, utilizar el lenguaje correctamente, es muy importante. Traté de explicarlo y demostrarlo en mi artículo «La necesidad de usar los términos adecuados» y traté de ofrecer correctas definiciones que aclarasen los términos más utilizados en el activismo LGTB+ en mi artículo «La necesidad de usar los términos adecuados 2: Glosario de terminología LGTB+«. En nuestro lenguaje queda muy reflejada la diversidad y por ello debemos hablar con propiedad. Además, quiero expresaros mi deseo de llamar a la concienciación a todo ser humano que lea estas líneas. Este artículo que escribo pretende reflexionar sobre esa palabra tan (¿mal?) usada, la palabra binarista «normal» y el movimiento «normalizador» (¿normativizante?) de las diferentes disidencias y/o diversidades.
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La paradoja de la soledad individualista en un mundo sobrepoblado

También publicado en Ecopolitica.org

bmowi4lfp‘Nosotros los verdes’, recordando el artículo traducido para EcoPolítica de Murray Bookchin, hemos trabajado y estudiado profundamente la sociedad y su construcción sociocultural, la ciudadanía y sus relaciones interpersonales en la construcción de su identidad individual y colectiva, hemos defendido nuestra ideología que reclama cambios sociales radicales (no confundir ‘radical’ con ‘extremismo’) que involucren el medioambientalismo pero que abarquen todo el espectro ecologista… Debo reconocer que gran parte de mi ideología se basa en los pilares ecologistas redactados y propuestos por los Global Greens de Canberra (2001), de los que ya he hablado en mis dos artículos anteriores sobre ecologismo y que confieso, me representan profundamente. Recordaremos teniendo presente éstos, que el reconocimiento de la igualdad plena entre ciudadanos del mundo y la reivindicación del respeto a la diversidad, de valor intrínseco propio, son imprescindibles. Esta última recoge la diversidad afectivo-sexual (homosexualidad, bisexualidad, pansexualidad, asexualidad…), la diversidad de género (ecofeminismos, nuevas masculinidades e identidades no binarias), la diversidad racial y/o étnica,  la diversidad de sexo (siendo inclusivos con la intersexualidad y el hermafroditismo), la diversidad de clases, incluso la diversidad de fe o espiritual. Sigue leyendo

La asertividad que deberíamos utilizar más a menudo: violencia y agresividad

bmowi4lfpEste artículo es de esos que publico sin demasiados retoques, cambios, mejoras… Este artículo es de esos que publico de forma pasional y para definir cómo me encuentro, cómo me siento, mi existencia y la experiencia que se guarda en mi cerebro, la vida a escasos centímetros bajo mi dermis. Si bien es cierto que se dice que «todo lo malo viene junto», también debería decirse que «todo lo bueno viene junto», por lo menos, así debería ser. Y me encuentro en ese espectro en el que me suceden muchas cosas buenas pero también me suceden muchas cosas malas, y lo único que encuentro es el cansancio, es la fatiga. Sigue leyendo

Un activismo imperfecto: las invisibles luchas de poder

CHANGECuando hablamos de activismo… ¿Qué es lo que entendemos? Esa palabra posee, entre otras cosas, un amplio abanico de interpretaciones asociadas directas e indirectas. A mi entender, más allá de definiciones exactas, activismo es duro trabajo para alcanzar un fin, activismo es disconformidad, son ganas de cambiar una realidad o una parte de dicha realidad, activismo es formación e información, activismo es compromiso, activismo es específicamente movilizarse para realizar un cambio. Pero para ser más precisos, la definición de la RAE de activismo es: «dedicación intensa a una determinada línea de acción en la vida pública». Si reflexionamos sobre lo dicho, no podríamos decir con certeza si «activismo» se podría definir como una palabra más próxima a la realidad ‘izquierdista’ o a la ‘derechista’ (aunque suene absurdo y parezca que estemos creando una nueva dicotomía). También deberíamos tener en cuenta que depende únicamente de cada persona de forma individual de realizar un «buen activismo» o un «mal activismo». Ésto, entre otras cosas, no depende únicamente de la calidad del activismo sino de las razones por las que se realiza éste. Como escribo y reflexiono inevitablemente desde mi perspectiva, comentaré el caso específico del activismo LGTB+ que puede extrapolarse a otros activismos (como por ejemplo, el político). Sigue leyendo